El Mundo de la Energía
Sábado 5 Octubre 2024 10:02:23 PM

Biden mantendrá el fracking para evitar desempleo en Texas, Pensilvania y Ohio

Biden: "Déjeme ser claro. No vamos a prohibir el fracking" (Foto Casa Blanca)

El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, está tomando medidas dirigidas a la industria del petróleo y el gas, que atienden a lo que fue su promesa electoral como es la de avanzar en políticas de transición energética y contribuyan con frenar el cambio climático, lo que marca un contraste a lo que fue la gestión de su antecesor Donald Trump.
La administración Biden impuso una suspensión de nuevos permisos de arrendamiento y perforación de petróleo y gas en tierras federales, y ordenó una moratoria sobre nuevos arrendamientos de petróleo y gas en áreas federales de tierra y agua.
Sin embargo, esto está muy lejos del paso más dramático que los activistas climáticos están pidiendo: una prohibición federal completa a la tecnología del fracking o fractura hidráulica.
"Déjeme ser claro. No vamos a prohibir el fracking", dijo Biden durante la campaña. De esta manera marcó una distancia explícita a la prohibición de la controvertida técnica de petróleo y gas, aunque durante la contienda Trump repetidamente lo contrario atemorizó al sector que su contrincante pondría fin a los proyectos que lo usan.
La situación comienza por la propiedad de los terrenos que en el caso de los Estados Unidos son de privados y por tanto una decisión que prohíba el fracking implicaría la necesidad de una legislación que no necesariamente contaría con los votos de los republicanos y algunos demócratas.
La moratoria de Biden sobre los arrendamientos de petróleo y gas se aplica solo a terrenos federales, que representan menos de una cuarta parte de la producción total de petróleo de los Estados Unidos y la proporción es menor en el caso del gas natural y a eso se agrega que la decisión no se extiende a contratos existentes.
La razón fundamental es política: una prohibición total del fracking eliminaría decenas de miles de puestos de trabajo en los estados de Pensilvania, Ohio y Texas, tres estados fundamentales para el equilibrio de poder en Washington.
Pese a esto, hay otras decisiones vinculadas a la moratoria de las tierras federales que se suman a la orientación ambiental que Biden quiere darle a su gestión: volver a unirse al Acuerdo de París sobre el Cambio Climático y revocar un permiso otorgado al oleoducto Keystone XL.
Hay un factor que también pesa: Estados Unidos se ha convertido en el principal productor del petróleo del mundo y su actuación en la oferta puede incidir sobre los precios, el contrapeso que pueda ejercer sobre Rusia y los países de la OPEP con Arabia Saudita a la cabeza. Incluso, este hecho ha permitido que en la actualidad no sea tan dependiente del crudo importado
Una menor producción en el país significaría que Estados Unidos puede tener que comprar más petróleo en el Medio Oriente y en otros lugares en el extranjero, lo que implica hacerse más vulnerable a la geopolítica que marca el petróleo en otras regiones, incluida América Latina.
El mayor impacto de la congelación de proyectos en tierras federales lo sentirá el estado de Nuevo México, donde las compañías petroleras iniciaron la perforación de pozos en la Cuenca Pérmica de bajo costo y apunta a convertirse en el segundo estado productor después de Texas. 

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PUBLICADO: 29 de junio de 2021
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