El Mundo de la Energía
Viernes 6 Diciembre 2024 03:45:06 PM

La arquitectura de Caracas está marcada por los diseños de sus tres distritos petroleros

El edificio de la Shell en San Bernardino construido en los años 40 y ahora es sede la Armada venezolana (Foto Shell)

Por Alexander Uzcátegui y Andrés Rojas Jiménez

¿Los distritos petroleros de Caracas? Esa idea no proviene estrictamente de que se presuma que hay reserva de hidrocarburos en el valle que ocupa la capital de Venezuela. Por el contrario los yacimientos están bien lejanos hacia el occidente, oriente y sur, pero la denominación surge por el impacto que tuvo esta industria en la arquitectura que comenzó a construirse a partir de los años 40 del siglo pasado.
El concepto forma parte del estudio realizado por el arquitecto Henry Vicente, Phd en Arquitectura y Patrimonio de la Universidad Politécnica de Madrid, profesor titular de Historia y Crítica de la Arquitectura en la Universidad Simón Bolívar en Caracas
Él no solo se ha dado a la tarea de hablar de este tema entre sus estudiantes sino que consiguió como aliado a la gente de Cultura de la Alcaldía de Chacao y en específico al proyecto Arquitour para realizar recorridos por estas zonas, que comenzaron con la urbanización San Bernardino, que junto a la parroquia La Candelaria, conforman el primer distrito petrolero.

-¿Cómo es eso de los distritos petroleros de Caracas tomando en cuenta que la capital venezolana no está en una zona petrolera.

-Efectivamente, Caracas no es una ciudad estrictamente petrolera. Sin embargo, sabiendo lo que representa el petróleo casi que pudiéramos considerar a Caracas como la primera ciudad petrolera del país porque todo efecto económico tiene su presencia.
La idea del distrito petrolero se refiere sobre todo a nivel arquitectónico y urbano. Hacía el año 1998, el escritor y dramaturgo Ibsen Martínez publicó un artículo llamado “La Candelaria petrolera” en el que hablaba sobre el tiempo cuando la parroquia La Candelaria estaba en el centro de lo que él llamaba el circuito petrolero caraqueño. Ese circuito terminaba en el Hotel Ávila construido en la urbanización San Bernardino, al pie del Avila. Eso fue como un disparador para comenzar a darle vuelta a la noción de distrito petrolero, es decir, aquellos sitios de la ciudad donde se fueron instalando las sedes de las trasnacionales petroleras que permitieron visualizar zonas donde se desenvolvieron los intereses y las dinámicas asociadas a las transnacionales petroleras.  Era un lugar común que esas edificaciones estuvieran marcadas por estilo nuevo y moderno, cuyo correlato fue la creación de procesos de segregación espacial y urbana que se podían identificar al principio con la noción de campamentos  pero luego fueron lugares donde se establecieron las dinámicas modernizadoras.

 -¿Cuándo comenzó a verse esa dinámica urbanizadora en Caracas?

-Esto fue clave en la irrupción de la Ley de Hidrocarburos de 1943 porque las trasnacionales salen a refinar una parte del petróleo del país y tuvieron que cambiar su manera de actuación nómada, de campamentos y pasaron a tener sedes rectoras en Caracas.
Las primeras que se construyeron fueron las de la Creole en La Candelaria y la inglesa Shell, diseñada por Badgeley & Bradbury, se ubicó en San Bernardino, que para esa momento estaba en la periferia de la ciudad pero al mismo tiempo yuxtapuesta al centro aunque respondía a otro tipo de trama espacial de estrellas, nodos., que no tenía nada que ver con la cuadrícula colonial.

-¿Ese edificio de la Shell es donde hoy está la sede de la Armada?

-Sí, lo curioso es que estos grandes edificios que establecieron la noción de trabajo corporativo, de oficinas en el país y en la ciudad posteriormente tuvieron unos destinos insólitos. Por ejemplo, el edificio de la Creole se convirtió en el edificio de la Seguridad Nacional, la policía política, represiva y torturadora de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez y ese espacio es donde en este momento está el Hotel Alba Caracas, antiguo Hilton. Ese edificio de La Creole y luego de la Seguridad Nacional fue fruto de un violento ataque por parte de toda la gente que lo consideraba un elemento del terror  y del horror el 23 de enero de 1958 con la caída de Pérez Jiménez.

-¿Para dónde se fue la Creole?

-Se mudaron a lo que pasaría a ser parte del segundo distrito petrolero en la urbanización Los Chaguaramos, donde luego estuvo Lagoven y después del paro petrolero de 2002 y 2003 pasó a ser la sede de la Universidad Bolivariana de Venezuela.

-¿Y Shell?

-La sede de la Shell fue adquirido por la Comandancia General de la Armada, donde continúa hoy en día y se fue a Chuao, que también forma parte del segundo distrito petrolero al sur del río Guaire. Ese edificio pasó a ser la sede de la filial Maraven después de la nacionalización de la industria petrolera  y también después del paro petrolero pasó a ser una de las sedes de la Unefa (Universidad Nacional Experimental Politécnica de la Fuerza Armada)

-¿Qué característica tiene ese segundo distrito petrolero?

-Ese es un eje que está entre Chuao y Los Chaguaramos, como dije a la margen y sur del Guaire y es eminentemente norteamericano porque coincide con la construcción del Centro Venezolano Americano en 1941 y de la urbanización Las Mercedes con su centro comercial. Ese segundo distrito se tuvo que construir porque el primero resultó insuficiente, pero aparte de eso fue porque ya ese sector se fue integrando a la ciudad.  En ese lugar se fueron ubicando los distintos intereses norteamericanos que existían en la capital y en el país.  No es por casualidad que en la zona aparece la primera tienda por departamentos que es Sears (actual Ciudad Banesco) en Bello Monte y uno de los primeros centros comerciales de Caracas como es el de Las Mercedes, donde se instaló el automercado Cada (actualmente funciona una tienda de Salva Market). Además, es un distrito que pasa a distinguirse como un circuito automotriz, respondiendo a la idea petrolera.  Allí se coloca además un nuevo gran hotel de Caracas como fue el Tamanaco. Estos distritos pasaron a tener servicios e infraestructuras superiores al resto de la ciudad y por eso tiene una intensificación de modernidad.  Si en el primero fue el hotel Ávila, ahora en el segundo distrito es el Tamanaco.  Si en el primero estaban las clínicas como el Centro Médico, ahora aparece la Policlínica Las Mercedes.
En Los Chaguaramos se construyó  el primer autocine de América Latina, que funcionó hasta mediados de los años 90 del siglo pasado. También se construirán escuelas y el primer restaurante chino como fue El Palmar en Bello Monte, a la usanza y modalidad del gusto norteamericano porque está en función de las grandes edificaciones.

-¿Eso quiere decir que Venezuela estuvo muy marcada por las grandes corrientes arquitectónicas sobre todo de Estados Unidos?

-Totalmente. Por citar un ejemplo, el autocine de Los Chaguaramos es una prueba de ello. El hecho de que hubiera un autocine significó que Caracas era una ciudad de tránsito automotor, de mucha presencia de vehículos, y por supuesto un país petrolero; y el edificio de la Creole, en su momento, se le consideró como un manifiesto mundial en contra de los rascacielos.

-¿Cómo es eso?

-Después de la Segunda Guerra Mundial se produce un debate muy intenso en Estados Unidos sobre la obsolescencia de los rascacielos porque se consideraban que eran previo a la era del automóvil. El rascacielos que se genera en Chicago a finales del siglo XIX y luego se manifiesta en Nueva York como espacio para reunir a la gente en un centro o punto focal. Por lo tanto, en los años 50 del siglo pasado, el edificio de la Creole no era un rascacielos sino más bien horizontal y moderno, ubicado, a diferencia de los edificios de la Universidad Central de Venezuela (UCV), de una manera cardinal, es decir, perfectamente alineado norte, sur, este y oeste. Tiene además una situación periférica de la ciudad porque se le puede llegar con el automóvil a los sitios de trabajo, a diferencia de lo que proponía el rascacielos, que es más bien la de ir al centro y concentrar todo allá.
Por lo tanto el arquitecto Lathrop Douglass entra en ese debate, presenta el nuevo edificio de la Creole como una obra casi que poética y de manifiesto de su pensamiento anti rascacielos. De hecho el edificio, en su forma original, está dividido en dos zonas: una deportiva y otra un enorme estacionamiento porque es una edificación de oficinas ubicado en la periferia, lo cual no era común en aquella época.

-¿El segundo distrito petrolero pareciera que fue más organizado o planificado que el primero?

-Sí, ciertamente. Este segundo distrito petrolero es mucho más evidente la capacidad de intensificación de lo moderno que en el primero, que se fue armando un poco según varias situaciones. En el primero era importante la ubicación de las embajadas de estos países. Un edificio como el de la Shell en el primer distrito petrolero no contaba con estacionamiento suficiente la planta y eso fue considerado como un craso error para un edificio petrolero.

-¿A qué se debe ese error?

-En ese momento no se consideraba que fuese necesario, sin embargo, el nuevo edifico de la Shell en Chuao, que es un diseño del arquitecto Diego Carbonell llegó a tener más de 1.000 puestos de estacionamiento. La Shell reservó dos pisos del edificio para que se instalara la embajada de Reino Unido, lo cual vemos la estricta relación de estas grandes compañías con sus representaciones diplomáticos y consulares en Venezuela. Estaban vinculadas porque era una forma de actuación similar, los trabajadores de las embajadas y de estas grandes compañías tenían que residir en una zona muy cercana al edificio.

-¿Cuál es el tercer distrito petrolero?

-El que conforman las urbanizaciones La Floresta y Los Palos Grandes en el este de Caracas y viene asociado primero que nada al traslado de la embajada de los Estados Unidos, que en un principio estuvo en el edificio Valderrey en San Bernardino y paso a estar en un diseño hecho por Don Hatch, que se construyó en La Floresta y actualmente es sede del Ministerio de Turismo. Alrededor de ese edificio van a aparecer varios de compañías petroleras como Mobil, Mene Grande y Texaco. Uno de ellos es ese hermoso edificio llamado Atlantic (detrás del Centro Plaza) que era de una compañía petrolera del mismo nombre.
Además hubo un proyecto que iba hacerse en el espacio donde está el Centro Plaza que se concibió para que fuera un gran centro petrolero pero no se hizo porque la industria fue nacionalizada en los años 70. Todo eso iba a estar asociado a la embajada norteamericana y por supuesto también coincide con elementos de servicio como clínicas, centros comerciales y zonas residenciales.
 

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PUBLICADO: 06 de septiembre de 2022
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