El Mundo de la Energía
Sábado 5 Octubre 2024 08:52:03 PM

"Propuestas para el debate electoral: Flexibilizar sanciones a cambio de un Fondo de Prestaciones Laborales"

El presidente Nicolás Maduro durante la entrega de la Macolla Cacique Chaima a trabajadores petroleros (Foto PDVSA)

Por Víctor Álvarez R. @victoralvarezr / Economista

El gobierno de Nicolás Maduro anunció que los ingresos generados por los 50 pozos petroleros que conforman la Macolla Cacique Chaima -en los cuales se extraen 9.000 barriles diarios de petróleo, que se utilizan para mezclar 15.000 barriles por día de crudo Merey y producir un total de 450.000 barriles mensuales para la exportación-, serán destinados en su totalidad al Fondo Nacional de Prestaciones de los trabajadores públicos.
Desde que apareció el petróleo en la vida nacional, hace más de un siglo, esta es la primera iniciativa en la que el ingreso petrolero se destina directamente a cubrir las remuneraciones de los trabajadores. La cuantificación de las reservas del yacimiento y el ritmo de extracción indicarán los años en los que la Macolla Cacique Chaima podrá garantizar el pago de las prestaciones. 
La macolla es una infraestructura superficial que agrupa una serie de pozos interconectados para recolectar el crudo a través de instalaciones y servicios comunes como taladros de mantenimiento, tuberías, tanques, y servicios de agua, electricidad y telecomunicaciones.
En principio, se trata de una medida de desconcentración y descentralización del ingreso petrolero que pudiera funcionar con políticas de transparencia y bajo supervisión internacional, en el marco de los acuerdos firmados con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Hasta ahora es apenas un anuncio y para ejecutarlo habría que aprobar una Ley para crear el Fondo, definir su estructura organizativa y el modelo funcional, a fin de evitar que los ingresos por exportación que genere la macolla sean destinados a otros fines, terminen siendo una nueva carga para Petróleos de Venezuela (PDVSA) al estilo de las misiones, y un engaño para los trabajadores.

¿Qué hizo Noruega con las ganancias petroleras que también puede hacer Venezuela?

Noruega es un país con 5 millones de habitantes donde la tasa de fertilidad es de apenas 1,95. Demográficamente esto quiere decir que el número de hijos de cada matrimonio apenas sustituye a los padres, razón por la cual la población noruega se estanca y tiende a envejecer. Como el pago de las pensiones futuras no podía ser cubierto con las contribuciones presentes a la seguridad social, la necesidad de garantizar una vejez digna pasó a ser una de las principales preocupaciones de la sociedad noruega.
En 1990 se creó el Fondo Noruego del Petróleo con el objetivo de acumular reservas para el sistema de pensiones. No es un Fondo para gastar dinero sino para invertirlo y hacerlo rendir crecientes beneficios. En 1995 se hizo la primera transferencia por 285 millones de dólares. Estor recursos fueron invertidos en acciones, bonos, valores, proyectos inmobiliarios y otros instrumentos de alta rentabilidad que han hecho crecer considerablemente el aporte fundacional hasta llevarlo a la astronómica cifra de más de 900.000 millones de dólares al cierre de 2022.

Reforma y fortalecimiento del sistema de pensiones

El régimen de pensiones basado en la solidaridad intergeneracional funciona cuando el número de cotizantes (activos) es mayor al número de pensionados (pasivos). En la Venezuela de 1960 había 12 personas activas por 1 persona pensionada, ahora es de 5 a 1. La esperanza de vida al nacer pasó de 45-50 años a 72-75 años y quienes se jubilen a los 65 demandarán una pensión al menos durante 10 años más. Para 2050, el crecimiento de la población activa/pasiva en Venezuela tiende a igualarse, con una relación de 1,5 activos por 1 pasivo.
Según la  Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), 7 millones 100.000 venezolanos han migrado dejando a sus padres y abuelos a quienes ayudan con una precaria remesa. Los jóvenes se van de los pueblos donde no consiguen oportunidades de estudiar y trabajar, la población envejece y ya hay pueblos en los que el número de habitantes en edad de trabajar y cotizar es menor que la población pasiva en edad de recibir una pensión. A partir del 2030, la población pasiva será mayor que la población menor de 15 años, en una clara tendencia al envejecimiento de la población.
La base de la pirámide poblacional se va haciendo más angosta y esto implica que los aportes de las personas activas de hoy no podrán financiar las pensiones de las personas pasivas de mañana. Esta evolución demográfica hace inviable el actual sistema de seguridad social, cuestión que obliga a una reforma del sistema nacional de pensiones, con nuevos entes administrativos, mecanismos regulatorios y fondos necesarios para garantizar pensiones dignas a los venezolanos de las generaciones presentes y futuras.
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Destinar porcentaje de las ganancias de Citgo para crear Fondos de Pensiones

¿Qué hacer para asegurar la seguridad social de una población que tiende a envejecer? En 2022, Citgo reportó una ganancia neta récord de 2.800 millones de dólares. Su presidente ejecutivo, Carlos Jordá, dijo que gracias a ese desempeño: “Logramos reducir la deuda de CITGO en 1.100 millones de dólares, y pagamos un dividendo a Citgo Holding, lo cual le permitió reducir su deuda en 489 millones de dólares, manteniendo, a su vez, altos niveles de liquidez". Sin embargo, ni un solo dólar de esas ganancias se destina a pagar la deuda social, aunque liquidez hay.
Un porcentaje de las ganancias de Citgo pudieran destinarse a la reforma y fortalecimiento del sistema de seguridad social y a fondear los mecanismos para pagar pensiones dignas. Si las ganancias de Citgo en 2022 fueron de 2.800 millones de dólares y se destina 10 % de este monto a la creación de un Fondo Venezolano de Pensiones, el aporte fundacional sería de 280 millones de dólares, semejante al aporte que en su momento hizo Noruega para constituir su Fondo de Pensiones.
A raíz del reconocimiento de Juan Guaidó como presidente de Venezuela, la administración de Citgo pasó a manos del interinato, pero éste fue disuelto, Citgo quedó en el limbo y ahora Venezuela no puede disponer de las ganancias que genera para financiar programas de interés nacional. Ante la incapacidad del gobierno y la oposición para ponerse de acuerdo, la sociedad civil está llamada a levantar su voz y gestionar ante la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (OFAC) una licencia que permita destinar un porcentaje de estas ganancias a financiar los programas de protección social.
Las ganancias de Citgo –en vez de destinarse única y exclusivamente al pago de acreedores y proveedores y dejar un considerable  monto congelado- pudieran destinarse a fondo de solidaridad generacional y capitalización individual:

• Fondo de Solidaridad Intergeneracional

La solidaridad intergeneracional es un concepto acuñado por la ONU en 1993 y se refiere a la solidaridad entre las generaciones para construir una sociedad para todas las edades. Se sustenta en los aportes de los trabajadores activos que permite financiar las pensiones de los trabajadores retirados. Con base en un principio de reciprocidad, las personas activas esperan que esa solidaridad sea retribuida cuando les corresponda su jubilación y. entonces, puedan recibir el beneficio de la pensión para la cual ahorraron parte de su salario durante toda su trayectoria laboral.
En el sistema de solidaridad intergeneracional las cotizaciones de las personas activas se depositan en un Fondo Común para pagar las pensiones de las personas pasivas. Este sistema es manejado por el Estado que tiene que responder por los fondos acumulados y no puede utilizarlos para otros fines que no sea el pago de pensiones.

• Fondo de Capitalización Individual

El debate sobre la reforma del sistema de seguridad social tiene que estar abierto a evaluar la conveniencia y viabilidad de todas las opciones. Entre las alternativas están los fondos de capitalización individual que –a pesar de que han funcionado muy bien en otros países- en Venezuela han sido satanizados con el argumento de que las cotizaciones serían privatizadas, sin evaluar con el rigor necesario los pros y contras, las ventajas y desventajas para poder tomar la decisión más sabia y conveniente para la población jubilada presente y futura.
El Sistema de Capitalización Individual es un sistema de previsión para la vejez basado en el ahorro individual en una cuenta personal. La sumatoria de las cuentas individuales es lo que se denomina Fondos de Capitalización Individual. Como en este sistema es posible hacer aportes voluntarios según la capacidad de ahorro de cada quien, un porcentaje de las ganancias de Citgo se pueden destinar a incentivar el ahorro al aportar un monto equivalente a cada aporte adicional del titular de cada cuenta. Estos fondos serían invertidos en instrumentos seguros de buena rentabilidad para obtener intereses, ganancias y dividendos que incrementen la cuenta individual y permitan cobrar mejores pensiones.
Opciones hay. Lo que falta es voluntad política porque hasta viabilidad financiera hay. Las ganancias de Citgo están siendo destinadas únicamente a pagar deudas con acreedores y proveedores, pero un porcentaje debe ser destinado a pagar la deuda social, particularmente la deuda con los pensionados del país.  Al calor del debate electoral, el país puede comenzar a discutir esta propuesta y crear los consenso necesarios para hacerla realidad.
Liberar los recursos del país que están bloqueados en el exterior y flexibilizar las sanciones petroleras para generar ingresos adicionales que permitan mejorar las condiciones de vida de la población no puede seguir subordinado a la mejora de las condiciones electorales. Los problemas que involucran la vida de la población se deben atender sin condiciones.
La flexibilización de las sanciones económicas a cambio de mejores condiciones electorales es funcional a las aspiraciones de los partidos políticos de aumentar sus cuotas de poder. Pero si los candidatos no tienen una oferta electoral sintonizada con la urgencia de una población exhausta por la crisis, el elector no se sentirá motivado a votar porque no encontrará propuestas convincentes para mejorar sus precarias condiciones de vida ni superar los salarios de hambre que no alcanzan para comprar la canasta alimentaria.
Flexibilizar las sanciones económicas a cambio de mejorar las condiciones electorales, pero sobre todo a cambio de mejorar las condiciones sociales, es lo que puede motivar y movilizar a la ciudadanía para capitalizar electoralmente el enorme descontento nacional.
 


PUBLICADO: 13 de junio de 2023
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